Sesion Reiki
El fin primordial del tratamiento es que el paciente alcance un estado de salud óptimo. Un requisito indispensable para que así sea es que la persona que solicita nuestra ayuda, tome una decisión consciente y se involucre en su proceso de sanación. Además, aconsejamos un tratamiento de tres sesiones lo más seguidas posibles, para que los cuerpos; físico, mental y espiritual queden limpios y equilibrados.
El orden que seguimos en las sesiones es el siguiente:
Comenzamos con una charla para saber si tienes alguna enfermedad, dolencias, si has tenido algún
sucesos traumáticos, etc... Una vez que sabemos cuál o cuáles son tus problemas, te pediremos que
te descalces y te tumbes en la camilla. Iremos posicionando las manos en diferentes partes del
cuerpo, para dar energía a los Chakras. Si por el contrario, no quieres que apoyemos las manos, no
habría ningún problema. La decisión es tuya y se respetará sin juicios. El resultado será igual de
efectivo. La única diferencia es que puede costarte un poco más tomar conciencia de la cantidad de
energía que estás recibiendo, eso es todo. Al finalizar la sesión, dejaremos que te quedes recostado
unos minutos más en la camilla, para que disfrutes de la sensación de paz y de calma. Siempre
dejaremos tiempo para saber cuál ha sido tu experiencia y dar los últimos consejos para días
venideros.
Los sentimientos y sensaciones no tienen porqué aparecer de inmediato, y varían de una persona a otra. Por lo general, durante el tratamiento el paciente siente una relajación profunda, una gran sensación de paz y de calma. Hay personas que se quedan dormidas en la camilla, ésto no influye para nada en el resultado final. Otras sienten cosquilleo, calor o frío que oscila según va fluyendo la energía, sensación de estar flotando, algunas visualizan colores... cada uno tiene una experiencia diferente.
¡Si te apetece experimentar en primera persona sus beneficios, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, será un placer poder ayudarte!